Ex docentes de Inacap anuncian despidos injustificados e irregularidades en contratos

“El sueldo no es un sueldo que se pacte al inicio, sino que varía todos los semestres, y eso atenta contra lo que el Código del Trabajo señala respecto a un contrato indefinido”, explicó Francisco Menares, uno de los docentes afectados.

Fuente: Radio UChile / Camilo Villa J.  Domingo 3 de abril 2022 8:25 hrs. 

Comenzó a trabajar desde el año 2013. Siete años ejerciendo docencia ininterrumpidamente hasta que fue despedido por “necesidades de la empresa”. De esta manera Inacap puso fin, en enero del 2021, al vinculo que tenía con Francisco Menares, profesor que hoy tiene demandada a la institución.

Según sus palabras, la desvinculación fue altamente sospechosa tomando en cuenta que, días anteriores a que fuera notificado, estaba postulando para un cargo en el sindicato de trabajadores de Inacap. De hecho, Francisco cuenta que mientras era candidato para integrar la instancia, lo llamaron directivos de la institución para ofrecerle más horas de docencia, sin embargo, luego de que no ganara las elecciones, lo llamaron para darle la mala nueva: estaba despedido.

Ante la falta de explicaciones, Francisco Menares demandó a Inacap por despido injustificado. Sin embargo no fue el único, ya que habrían sido más de 30 docentes los desvinculados por esos días.

La demanda tiene otras aristas, pues, según denunció, a la hora de su finiquito la institución educacional contó sus horas de docencia solo de los últimos tres años, obviando los cuatro años anteriores.

Como si fuera poco, Francisco acusa que Inacap le descontó el monto relacionado con el seguro de cesantía, algo que si bien permite la ley, claramente “no es ético”, se lamentó.

Ahora bien, su denuncia no acaba acá, pues quien fuera desvinculado en enero del 2021 acusa irregularidades en los contratos que la institución hace a los docentes.

“Hay una modificación semestral de los contratos de acuerdo con la variación de la matrícula de estudiantes que la institución tiene. Es decir, el sueldo no es un sueldo que se pacte al inicio, sino que varía todos los semestres, y eso, en definitiva, atenta contra lo que el Código del Trabajo señala respecto de un contrato indefinido, que si se va a iniciar un nuevo contrato porque cambian las condiciones debe ser consensuado y, segundo, tiene que haber una indemnización respecto del término de uno de los contratos para el inicio del siguiente”.

“El contrato indefinido como tal tiene características que no se pueden cambiar en un futuro”, explicó Francisco Menares.

Lo dicho por el ex docente de Inacap fue reafirmado por David Ibáñez, presidente del sindicato Sinutech, que agrupa a gran parte de los docentes de Inacap.

Según Ibáñez, este tipo de contratos, los cuales serían irregulares, afectan enormemente al profesorado de la institución, ya que no otorgan estabilidad económica. El sueldo depende de la cantidad de matrículas.

Ante esto, el líder sindical afirmó que cambiar este tipo de contratos es una lucha de años y que seguirán dando a pesar de los costos que pueda tener.

En cuanto a los despidos, Ibáñez confirma que fueron alrededor de cincuenta, solo contando a los docentes que miembros del sindicato, por lo que en realidad son muchas más las desvinculaciones.

¿Cuál sería la razón de estos despidos? Según el sindicalista, esto se arrastra de una mala decisión de Inacap, institución que hace algunos años pasó de ser solamente Centro de Formación Técnica e Instituto Profesional, a Universidad.

La experiencia como universidad no fue buena, de hecho nunca logró acreditaciones mayores a dos años, ante lo cual la propia institución debió cerrar su rama universitaria, volviendo a quedar como IP y CFT. Como se esperaba, quienes trabajaban en la universidad han sido desvinculados paulatinamente.

“Esa mala decisión estratégica provocó un despido enorme de muchos trabajadores, tanto de la parte administrativa, así como del cuerpo docente. Los profesores y profesoras que quedaron asignados para trabajar en los cursos de la universidad han sido despedidos, poco a poco porque todavía quedan alumnos dentro de la universidad a pesar de que ya no hay ingresos”, explicó Ibáñez.

Lo más lamentable, explica el líder sindical, es que muchos de quienes fueron despedidos antes eran docentes del CFT o el IP.

Ante esto, el sindicato ha secundado las demandas contra Inacap, las cuales son gestionadas por la Defensoría Popular de las y los Trabajadores.

No todos decidieron demandar, hoy en día son unas 15 personas las que siguen adelante con esta acción, y el Poder Judicial ya les notificó que la resolución será aplazada un par de meses. Con esto se espera que en Septiembre se llegue a algún “puerto”.

En tanto, la vida de los ex docentes de Inacap sigue. Francisco Menares hoy realiza algunos trabajos como ingeniero, aunque reconoce que el dinero no le alcanza. Por lo mismo, también se ha convertido en chofer de Uber, aunque reconoce sus grandes deseos de volver a la docencia.

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